...y perdí mi alas una noche estrellada.
Las arranqué con furia para entregarlas como pago al tendero de la esquina.
La transacción fue sencilla.
Hizo a un lado la sangre. Quitó las plumas dañadas. Las pesó en una báscula.Calculó su valor.
-No habrá más que una semana de lágrimas- me dijo aventándolas junto al montón de la izquierda.
Asentí. Tomé un frasco color ámbar que puso sobre la barra. Di media vuelta. Salí del lugar.
Es muy bueno madre, en verdad me gustó mucho. Congrats
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