2009-03-27

Alas...

Cometí todos los errores. Tuve todas las culpas. No sabía que a donde uno va cuando se muere las lágrimas se vuelven engrudo y sirven para asir los pecados al armazón. Pegué las injurias, hice un collage de malos pensamientos y decoré con la lujuria vivida en tantos años, al fin listas, mis alas al sol resplandecían.

Me había convertido en un ángel...

2009-03-26

By Chuck

Tuberculosa fue tu existencia, hasta el último segundo; te montabas y viajabas de resbalón en resbalón, como escurrían tus flemas, como brotaba de tus pulmones aquella mucosa que intoxicó a los demás.

Diversiones, perversiones, psicodélica personalidad, que encantaba, que embrujaba, y trató de escalar por encima de los demás, y trató de llevarse la pieza más grande, la extensa rebanada, que irónicamente fue la pieza clave de tu final.

Cuando empezaste a segregar sangre y pus lo supe, que no habría otro encuentro, que quizá ya me habías contaminado, y que se acercaba también mi deceso, por lo mismo seguí con el juego, mientras danzabas, y alzabas los brazos, destilando tu putrefacción, creo que pude ver uno que otro gusano saludando, prospectando su nuevo hábitat.

Como los hongos, cuando son ingeridos, el efecto de lamer tu boca, tu lengua, tus pechos, tu sexo, se volvía adictivo, como masticarlos recién salidos del excremento, cuando te picabas el ombligo para olerlo, así me maté yo solito, por tu ombligo, tan solo por tu maldito ombligo, el cual perdió profundidad cuando el tumor empezó a inundarte el abdomen.

Te tuve que aventar a aquel pantano, para que el color de tus ronchas combinara con las de los sapos, y aquella terrible peste de la cual también me hiciste adicto, fuera acorde con tu nuevo hogar. Pronto te podré alcanzar, mis ronchas están casi maduras, y mi humor dejó de ser el perfume de cuando tenía 20 años.

Ahora la psicodelia será mi arma, para buscarle nueva casa a mis gusanos, y cuando muera no queden desamparados, y tenga quien me venga a enterrar, y me odie tanto como yo a ti al arrebatarme la vida, y me ame de la manera loca en que te amo, por mis olores, por mi ombligo, por el olor de mi maldito ombligo.