2009-01-10

Tres pies izquierdos

*Desde hace algún tiempo considero que la brevedad es un placer, una virtud, un descanso del alma. Mejor que el amor dure poco, que los días se vuelvan flash backs, que la vida parezca un suspiro. Mejor porque duele menos. Mejor porque así no tengo tiempo de pensármelo dos veces. Mejor que el último paso, el que nos arrojará al precipicio, se dé sin darnos cuenta.

*Deseé sinceramente que la tierra bajo mis pies no crujiera más. Los pies, los pies, el pie, su pie. Carajo. No tengo conciencia de cuando empecé a pensar en sus pies. Probablemente fue cuando de reojo me dijoporque sus ojos siempre dicen algoque me jodiera, que el día, su día, no tenía nada que ver con el mío.

Pero todo era mentira, porque yo no la quería, sus pies no me importaban, ni suspiraba por sus días enlazados con los míos y pendejadas de ese calibre. Más bien eran pensamientos que alojaba esta mente mía para no pensarla ahí, en la nevera, hecha pedazos por mi impaciencia.

*Si Juan tuviera los mismos años que yo, lo comprendería. Sabría que no se puede ser tan imbécil como para vivir ocho horas encerrado en la oficina, dos para comer y el resto para quien sabe qué. Debe, le dije con tono serio, ir al parque, comer zanahorias los viernes y sentirse afortunado de tenerme, de que sus pies helados a todas horas, tuvieran cerca a los míos. Eso funcionaría perfectamente si no se hubiera ido hace tanto, con la rubia del 23.

1 comentario:

  1. El efecto que dan las comillas amarillas sobre fondo negro y letras blancas es alucinante. El texto no esta tan mal.

    Saludos.

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